sábado, 7 de abril de 2012

Éxitos o exitosos?



Mañana gris, día nublado, mente confusa, pensamiento cargado de la condensación de la energía evaporada de la cotidianidad. Hoy precisamente esa mente se detiene a pensar en lo terriblemente consumidora de vidas que se vuelve la enemiga eterna llamada monotonía para las ganas de devorarse el mundo, sí señores, la monotonía, la falta de aventura, el miedo a lo novedoso nos hunde a diario en vidas aburridas y estancadas en la diaria agonía de salir a hacer siempre lo mismo, o en algún caso peor, esperar postrado en el sofá más cómodo la llegada del éxito, como si fuera un simple visitante de paso en nuestras vidas, a pesar de que a criterio propio es lo único que debemos perseguir en nuestra existencia, EL ÉXITO. Pasamos segundos, minutos, horas, días, meses, años, décadas y una vida entera persiguiendo la felicidad que creemos se encuentra en parejas, hijos, lujos, dinero, placeres y uno que otro vicio, sin saber que la verdadera felicidad se halla en el simple hecho de haber construido días tan diferentes, como para hacer que cada recuerdo valga la pena; repartir amor en acciones simples es difícil pero es el norte, pues amar te hace exitoso, lo cual se resume a hacer TODO cuanto hagas a diario con muchísimo amor y dedicación. Toda acción derivada de amar se convierte en éxito por cuanto fue concebido con pureza. A diario vivimos engañándonos con sueños de langostas, caviar, whiskies mayores de edad, viajes y cuentos para nuestros nietos, cuando es tan fácil encontrar la felicidad en el único lugar destinado por el creador para albergarla TU mismo.

Disfrutar de las cosas que podemos comprar o adquirir nos ayuda muchísimo a creer que hemos crecido y conseguido el éxito, no obstante, el mismo se deriva de la divina presencia de Dios en nuestros corazones, lo cual tarde o temprano te da las herramientas necesarias para ser millonario en todo, pero sobre todo en espíritu y alma, dándonos la oportunidad de viajar, comer y degustar lujosos banquetes en cualquier destino con la garantía de estar haciendo las cosas bien. Lo único seguro es que para poder alcanzar todo cuanto aspiramos, es la presencia de Dios con la inminente colaboración del yo, que en un generoso acto de repartición de amor y de hacer bien sin mirar a quien, tarde o temprano nos convierte en seres exitosos…

En épocas de semana santa, no basta visitar 7 templos, es preferible convertir tu corazón en el único templo que debes visitar a diario para tener una relación sana con Dios que te haga un ser humano de bien, no basta con persignarse en edificaciones si la fe en lo que no alcanzas a ver pero te hace respirar no te invade. Así que amigo lector o lectora, buscar a Dios es garantía de éxito, encontrarlo es ser exitoso, decida usted qué hacer….

Hasta una próxima reflexión…