
Ante la
imposibilidad de salir a la calle a gritarle “mediocre” a todo aquel que
contribuyó por protagonismo o por omisión a la nueva tragedia que enfrenta
nuestro país vuelvo a las letras, a líneas escritas con lágrimas de sangre, esa
sangre que brota de la más profunda herida abierta y profundizada por la
patriótica indolencia de darle el mayor premio a la ineficacia otorgándole un
poder casi perpetuo a un ser incapaz de gobernar una nación evidentemente rica
en ignorancia, donde como autómatas deambulan más de 7 millones de personas
ciegas sin bastón, sugestionadas por la blasfema promesa de salir de un refugio
a una “vivienda digna”, y la pregunta es qué tan digno es un espacio rodeado de
concreto mal armado si no tienes garantías?, garantías de poder salir a la
calle sin ser víctima de la anarquía que hoy es dueña de nuestras calles, cómo
puede ser digna una vivienda donde no hay cómo mantener una nevera medianamente
llena?. Estimado lector, hasta ayer estábamos todos metidos en un refugio,
damnificados de patria, llenos de chinos, cubanos, bolivianos, entre otros
gentilicios que cohabitan en nuestro país, hasta ayer estábamos esperanzados en
salir a una vivienda digna focalizada en una vida diferente, propuesta por un
candidato de cambio, y ese edificio donde se hallaban nuestras viviendas dignas
se cayó, se derrumbaron sus columnas y paredes con la mandarria vil de la
ignorancia, de la costumbre a la mediocridad, hoy no hay viviendas dignas para
quienes no creemos en este pseudoproyecto, para quienes no estamos con “el
proceso” hoy sólo quedan lágrimas desoladas producto de la impotencia de ver
como somos testigos y protagonistas de la debacle, de la legitimación de la
ausencia del respeto a los mínimos derechos de los venezolanos, la propiedad
privada, la libertad de expresión, pilares de la democracia hoy son sólo una
utopía y mañana serán sólo recuerdos de una historia que nos dividieron en
repúblicas. Hoy 8 de Octubre sólo podemos darle gracias a Dios por no ser
titulares de prensa víctimas de la delincuencia, hoy sólo resta pedirle a Dios
que ese titular con nuestros nombres nunca aparezca, pues usted amigo lector si
no ha sido víctima de la delincuencia, ha tenido al menos a un familiar o
conocido muerto con balas compradas con los impuestos que pagamos, cada uno de
nosotros tiene un “testimonio” de secuestros, de homicidios, de violaciones, de
atracos, de un virus que pareciera propagarse en el aire de nuestra Venezuela,
un virus que proviene de las gotas de saliva que emana el discurso violento y
resentido de un tirano que no hace otra cosa que sembrar el terror y la
discordia a su paso, un ser humano para el que el valor de la amistad, de los
compañeros, de la “camaradería” son muy bajos, pues todo aquel que en algún
momento fue su mano derecha ha sentido su rechazo posterior, ha sido usado y
desechado como un vulgar objeto, ese ser humano que dice ser el corazón de la
patria, y que con su propuesta socialista ha destrozado la patria dejándola sin
corazón. Hoy amaneció de golpe, con el golpe de la desilusión, de la falta de
esperanza, de la ausencia de la luz al final del túnel. Desconozco si el camino
propuesto por el candidato de oposición era la panacea de la fatal situación
del país, sólo sé que este camino que transitamos en la actualidad, y al que el
73% de los venezolanos le dio oxígeno no es el adecuado, pues cada día crecen
dos cosas la impunidad y la idea de renunciar a la lucha por una nación que
merece más de cada uno de nosotros. Todos y cada uno de los que no estamos de
acuerdo con esta pseudodemocracia planteada en la actualidad amanecimos con
ganas de estar en Maiquetía fugando nuestros cerebros a otros rumbos, dejando
escapar nuestra fe a otros horizontes donde siempre seremos extranjeros,
amanecimos con ganas de irnos despreocupados, dejando al país que nos vió nacer
y crecer en manos de gente a quien no le duele la patria, hoy amaneció de
golpe, pues la sonrisa se escondió detrás del llanto, la esperanza detrás de la
resignación y la nación detrás de 54% de marionetas que confabularon con 19% de
cobardes que seguramente vociferan y se quejan pero fueron incapaces de hacer
el esfuerzo de decidir su propio destino, para sumar una cifra que perpetúa al
tirano en una posición casi monárquica. Hoy amaneció de golpe y nuestras almas
están afligidas tal como si hubiésemos perdido un familiar, el corazón de esta
patria está herido de muerte, y nuestra esperanza está de luto. Sólo resta orar
a diario y rezar para no ser el titular de la prensa de mañana….
Hasta el
próximo fraude, si es que no concluye que el fraude es este mismo pueblo que merece el presidente que tiene....
Dios es Dios, ese si es un verdadero monarca, a quien debemos ofrecerle reverencia, amor y respeto. Solo te pido que cultives un fruto del Espíritu llamado "paciencia" y aprendas a esperar, pues, dentro de muy poco tiempo tus palabras serán preciosas, esperanzadoras y llenas de alegría nuevamente. Dale chance a Dios a que manifieste su poder y autoridad en este país...y nunca olvides lo que dice la Biblia: Dios no puede ser burlado.
ResponderEliminarBesos
ijas